«Señor de la Cuevita, postrada está mi alma pidiendo tu perdón… aquí tienes mi vida, recíbela en tu amor». Por: Diego Rodarte Cuentan que en
«Señor de la Cuevita, postrada está mi alma pidiendo tu perdón… aquí tienes mi vida, recíbela en tu amor». Por: Diego Rodarte Cuentan que en
«Tuvimos por grande suerte tener aquí tu santuario, para que en vida y muerte nos cubras con tu sudario». Por: Diego Rodarte El 25 de
«Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte».
«Estamos entre tus manos» Por: Diego Rodarte El autobús se había retrazado una hora y comenzaba a oscurecer. Perdí por un momento la noción de
«Milagroso Señor del Veneno, Cristo negro de brazos rígidos y yertos, al contemplarte en esa Cruz, con tu cuerpo llagado de amores y con los
«Siempre paso Señor para mirarte y pedirte que ilumines mi camino, que ayudes a mis hermanos y pedirte por el que sufre, por el triste,