El Cristo Negro de la Santa Vera Cruz

«¡Oh! señor de la Santa Vera Cruz, vengo humilde postrándome a tus pies a pedirte gran Señor nos colmes de bendiciones…»

Señor de la Santa Vera Cruz

Por: Diego Rodarte

Toluca de Lerdo, Edomex.

Cuenta la tradición oral que poco tiempo después de fundada la Ciudad de Toluca, llegaron dos personas a visitar a un vecino considerado un hombre virtuoso y noble, a quien le ofrecieron una devota y perfecta imagen de Cristo crucificado. El hombre preguntó cuál era el costo de la pieza, a lo que los dos desconocidos respondieron que solo les diera 33 monedas.

Viendo que la escultura era hermosa y perfectamente tallada, considerando su bajo costo, aceptó la oferta y se agachó ligeramente para contar las monedas, pero al volver la mirada hacia los vendedores, estos habían desaparecido dejando la bella imagen. Admirado por este suceso, dio cuenta al párroco de la comunidad, quien dispuso una solemne procesión y una misa en el domicilio donde se efectuó la compra, ubicado, según la tradición, en lo que actualmente es la esquina de las calles de Independencia y Aldama, antes calles Real y Navarrete, ahora primera de Aldama.

Templo de la Santa Vera Cruz, Toluca Centro

El Cristo empezó a cobrar fama entre españoles e indígenas, por lo que fue trasladado a la iglesia mayor, donde se le construyó una ermita en la que recibía la visita de sus fieles. Se dice que durante mucho tiempo fue considerada una de las imágenes más bellas, por lo que se le dio el título de el Cristo de la Santa Vera Cruz o «de la cruz verdadera».

Los documentos que se encontraron respecto a la construcción de la iglesia de la Santa Vera Cruz, que por muchos años fue la portería del convento de San Francisco, dicen que el día 13 de diciembre de 1733 se abrieron los cimientos y se puso la primera piedra, siendo mayordomo de la cofradía de la Veracruz el señor don Bernardo Serrano. La cofradía de la Vera Cruz pasó a ser dirigida por clérigos seculares, pero los derechos fueron reclamados por los franciscanos, quienes estaban encargados de la administración parroquial de Toluca. Los franciscanos, para vencer a sus enemigos que se negaban a entregar los derechos parroquiales exigieron que los dirigentes de la cofradía de la Santa Vera Cruz les presentaran la cédula de edificación de la iglesia, lo que nunca pudieron hacer, debido a que la iglesia se construyó sin permiso del rey.

Altar del templo de la Santa Vera Cruz

Don Bernardo Serrano, que era uno de los más ricos labradores del Valle de Toluca, para vencer a los franciscanos que pretendían paralizar la obra, envió a España a su sobrino don Pablo Arce, quien mediante las chicanas y dádivas comunes en todos los litigios, obtuvo permiso para edificar la actual iglesia de la Santa Vera Cruz, acallando las pretensiones del guardián del convento de Franciscanos, en cuyo territorio se levantó la iglesia.

Terminada la iglesia, los cofrades de la Vera Cruz quisieron que se trasladara la imagen milagrosa de la iglesia parroquial al nuevo templo, pero los frailes se opusieron otra vez a tales pretensiones. El 30 de diciembre de 1796 el corregidor de la ciudad se puso del lado del guardián de los franciscanos y ordenó que se cerrara la iglesia. Sin embargo todos los labradores del Valle de Toluca que habían contribuido a la edificación de la iglesia, pidieron al virrey les permitiera el uso del templo, que por fin les fue concedido con algunas condiciones.

A partir de aquella fecha la iglesia de la Vera Cruz estuvo a cargo de capellanes del clero secular, siendo los dos últimos de esta clase los padres don Ignacio Juan Manuel Escudero, que eran nativos de Toluca. Actualmente la administración del templo de la Santa Veracruz está a cargo de los Misioneros Claretianos.

CRISTO NEGRO

En cuanto al color de la imagen, no se sabe si de origen era de color negro o adquirió ese tono con el paso del tiempo. Algunas personas refieren que era costumbre bajar al Señor de la Santa Vera Cruz el Miércoles Santo para ser ungido con vino y mirra, materiales que después se aprovechaban como una medicina milagrosa, y a su alrededor se le colocaban veladoras y antorchas, elementos que con el tiempo lo fueron ennegreciendo.

Otra versión refiere que el escultor era una persona de color y por ese motivo pintó la imagen a su semejanza para que este no fuera rechazado por la sociedad de aquel entonces. Una versión más nos dice que existe una razón teológico – bíblica en la que el Mesías Redentor debía tomar toda la negrura de los pecados de la humanidad, por lo que el Cristo fue tomando poco a poco este color y cada día está más negro.

Reliquia de la Santa Cruz resguardada en el templo de la Santa Vera Cruz.

Existe una leyenda similar a la historia del Señor del Veneno venerado en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en la que se cuenta que un párroco envidioso vertió veneno en el vino para la consagración, y que este fue absorbido por la imagen, tornándose de color negro, al tiempo que se encogió debido a la mala acción del sacerdote, razón por la que se cree que cada vez que pasa algo malo en Toluca, la imagen se encoge cada vez más y el día que la cabeza del Cristo toque sus rodillas, Toluca desaparecerá.

Tal vez no se sepa con claridad la razón de el color negro, lo cierto es que el templo de la Santa Vera Cruz y su Cristo Negro, es uno de los recintos más visitados de Toluca, principalmente en el tiempo de Cuaresma y la Semana Santa.

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