El Señor del Consuelo

«Adorable Jesús del consuelo, fuente eterna de paz y bendición, nuestras almas indignas del cielo, otra vez te suplican perdón». 

Por: Diego Rodarte

Construido por los Jesuitas en 1595 y terminado en 1720, el templo de San Felipe Neri «La Profesa», es una de las joyas arquitectónicas que engalana la Ciudad de México y que en su interior resguarda magnificas obras de arte sacro, muchas de ellas se conservan en la Pinacoteca inaugurada el 26 de mayo de 1977.

Quien visita este recinto puede admirar dos bellas esculturas de la Virgen de los Dolores, una de ellas atribuida al arquitecto y escultor Manuel Tolsá, que se conserva en uno de los altares laterales del templo y es objeto de veneración el Viernes y Sábado Santo, y el 15 de septiembre, memoria de Nuestra Señora de los Dolores. Otra bella escultura es la del Señor de la Columna que se conserva en la entrada, a lado derecho en uno de los altares laterales y es una de las imágenes más veneradas de La Profesa, así como Nuestra Señora de las Nieves, que se celebra en medio de una lluvia de pétalos blancos el 5 de agosto.

Entrando al templo, a mano izquierda, se puede observar un Cristo de color moreno que todos los días recibe la visita de fieles que murmuran oraciones implorando su favor y es conocido como El Señor del Consuelo, considerado un Cristo prodigioso gracias a un milagro acontecido delante de las personas que se encontraban presentes en ese momento.

En 1914, un fuerte incendio se desató en el interior del templo de La Profesa, consumiendo algunas obras de arte que se encontraban en las cúpulas, entre ellas «Los siete sacramentos y el Triunfo de la Santa Cruz» pintadas por Peregrin Clavé y sus discípulos en 1867.

En el momento del incendio, las personas en su interior se resguardaron en las cúpulas junto con un crucifijo al que le pidieron de corazón que extinguiera el incendio que estaba consumiendo el templo y desde la cúpula más alta lo lanzaron a las llamas y cuentan que al caer el Cristo no sufrió daño alguno y el incendio fue sofocado.

Como muestra de agradecimiento por aquel prodigio, le dieron el nombre de El Señor del Consuelo y lo colocaron en el lugar que actualmente ocupa en el templo de La Profesa, trasladándolo al altar mayor en el mes de julio durante su fiesta, en el marco de la celebración de la Preciosa Sangre de Cristo.

Su color moreno se debe a que con el paso de los años la imagen se ha ido opacando por tratarse de una escultura de madera, sin embargo, este color le ha dado identidad a este Cristo al que muchos fieles buscan para pedir trabajo o la salud del cuerpo y alma, así como encontrar consuelo en sus pesares, convirtiéndolo en uno de los Cristos más venerados en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

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