Por: Diego Rodarte
Como cada 3 de mayo, el pueblo de Ixtapalapa celebró el aniversario 296 de la llegada del Señor de la Cuevita, quien de acuerdo con la tradición, quiso quedarse en una cueva al pie del Cerro de la Estrella, favoreciendo a esta comunidad en los momentos difíciles.
La celebración comenzó la tarde del 2 de mayo con el enflorado de la cruz que fue colocada en la entrada del santuario y el recorrido por los ocho barrios con la imagen del Señor de la fe. Las tradicionales mañanitas dieron paso a las celebraciones del 3 de mayo, cuyo momento central fue la misa de función en la que el Rector del Santuario del Santo Sepulcro, Pbro. Miguel Ángel Quiróz recordó el significado de la aparición del Señor en aquella cueva:
«Hace mucho tiempo en este mismo lugar se manifestó un milagro de Dios, porque nuevamente entrega a su hijo. Jesucristo fue entregado para la salvación de todos los hombres, ahora Nuestro Señor aparece aquí y tocó esa parte sensible de nuestro corazón, porque al manifestarse a través de una imagen hay un acercamiento que yo tengo y el Señor conmigo. Una imagen que representa más de lo que se ve: una ilusión, una oración, una plegaria, un gracias o un perdón».
Al final de la Santa Misa, se realizó el cambio de mayordomía con el que se busca perpetuar la tradición custodiando la sagrada imagen titular de la Sociedad Tres de Mayo del Señor de la Cuevita y la unidad del pueblo. En esta ocasión, la familia Serrano Becerra entregó la imagen titular a los mayordomos entrantes, la familia Neri Cisneros y a su vez la familia Serrano recibió la imagen peregrina que resguardarán durante un año en su hogar.
Un elemento ligado a esta celebración son los cirios que portan tanto mayordomos salientes como entrantes y los mayordomos que se presentan y a los que se les hace entrega de un cirio nuevo, como signo de que además de resguardar la sagrada imagen, también deben ser portadores de la luz de Cristo.