Por: Diego Rodarte
Con motivo de la Solemnidad de Corpus Christi, tuvo lugar una procesión festiva con el Santísimo Sacramento por los canales de la zona lacustre de Xochimilco, organizada por el Vicario Gabriel Olmedo y la Pastoral Juvenil de la Catedral de Xochimilco. La cita fue a las 9:00 de la mañana en el Embarcadero Caltongo, en donde se dieron cita miembros de los diferentes grupos parroquiales, vida consagrada y algunos fieles, esto debido al aforo limitado por la contingencia sanitaria.
La procesión fue presidida por el Párroco Marcos Rodríguez, el Vicario Gabriel Olmedo, el Padre Rubén y Fray José Luis de los Siervos de María, que acompañaron al Santísimo Sacramento en una trajinera que fue ornamentada en su portada con un arreglo de flores, elemento natural que distingue al pueblo de Xochimilco.
La procesión avanzó por la zona lacustre en medio de los cantos y las alabanzas de las estudiantinas que acompañaron y alegraron el recorrido. En el camino se prepararon capillas pozas en tres chinampas de diferentes familias que recibieron al Santísimo por un momento, siendo en la tercera chinampa donde un grupo de mariachis entonara La mañanitas para honrar a Jesucristo Sacramentado.
Durante las estaciones, los sacerdotes hicieron diferentes meditaciones asociadas al misterio del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Entre los textos citados se habló de la preparación de la cena de Pascua la noche del Jueves Santo que nos recuerda a los hombres cántaro que se llenan el corazón con el agua viva del Espíritu Santo y se dejan conducir por Él; la multiplicación de los panes, en el que descubrimos que lo que sale de las manos del Señor que bendecía, fue un derroche de pan, la desproporción fue más allá de todo cálculo humano y cinco panes se convirtieron en cinco mil; y por último el pasaje del maná en el desierto, en el que constatamos que Cristo es el verdadero maná bajado del cielo que nos alimenta.
Como es costumbre, no pudo faltar la hospitalidad de la gente que ofreció un pequeño refrigerio a quienes eran partícipes de la procesión que concluyó en el Embarcadero Caltongo para continuar el recorrido a pie por las calles de Nuevo León, Violeta y Pino, hasta llegar a la Catedral Xochimilco, donde tuvo lugar la misa solemne presidida por Mons. Andrés Vargas Peña, primer Obispo de la Diócesis de Xochimilco.
En su homilía, Don Andrés recordó que la fiesta de Corpus Christi es una celebración arraigada en la cultura de los pueblos que está relacionada con caminar, peregrinar siguiendo a Jesucristo: «la vida es una camino, pero tiene una dirección y una meta, que es Nuestro Señor Jesucristo, y esto lo hemos vivido esta mañana: el dueño de la vida, el vencedor de la muerte nos ha llamado y por eso hay este sabor de alegría, de triunfo, de bendición, a pesar de las experiencias difíciles que estamos viviendo… hemos caminado porque es Cristo el que nos congrega y le da pauta a nuestros pasos».
El Obispo explicó que Cristo es el único que puede hacer posible que vayamos juntos por la vida, no solo de manera externa, sino como una familia porque «compartimos formas de entender la vida a este modo de caminar, teniendo a Cristo como referencia».
Don Andrés señaló que para poder caminar es preciso alimentarnos con el Cuerpo de Cristo, cuya presencia real está en la Eucaristía: «Este regalo es tan grande que sorprendió a muchos y muchos no lo acaban de disfrutar… en cada Eucaristía nosotros recibimos este regalo, pero es necesario alimentarnos de Él, sería una pena que le cerráramos el corazón… en cada misa se hace presente Cristo Nuestro Señor, nos ha dejado su cuerpo y su sangre… Cristo se quedó con nosotros como alimento y camino».
Finalmente, Mons. Vargas Peña destacó que Cristo nos llama a formar una comunidad «enriquecida con las diferencias que tenemos, a saber aceptar las diferencias para convertirlas en riqueza… con nuestro modo de vivir anunciemos que Cristo vive entre nosotros».
La Celebración Eucarística concluyó con un momento de adoración y la bendición con el Santísimo Sacramento.
EL COLOR DE LA FE 