Cambio de Mayordomía del Niño Dormidito 2021

«Su rostro refleja el amor que debemos llevar a la práctica en nuestra vida cotidiana…»

Por: Diego Rodarte

Una celebración atípica fue la que se vivió en el pueblo de Xochimilco el pasado 2 de febrero en el marco de la fiesta del Día de la Candelaria 2021, fecha en la que se lleva a cabo el tradicional Cambio de Mayordomías dedicadas al Niño Jesús bajo sus diferentes advocaciones y que son motivo de alegría y júbilo año con año.

En esta ocasión las bandas guardaron silencio, los chinelos no bailaron por las calles, ni hubo grandes procesiones; solo los cohetes anunciaban la hora de la Misa Solemne de la Presentación del Señor al Templo, en la que se reúnen cientos y hasta miles de fieles para bendecir sus imágenes del Niño Jesús, pero debido a la contingencia sanitaria por COVID-19, estas celebraciones fueron limitadas y transmitidas a través de las redes sociales.

En este contexto, el Niño Dormidito llegó a la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de Xaltocán en brazos de su mayordomo, Octavio López Valdés, para cumplir con el rito del Cambio de Mayordomía y entregarlo a sus nuevos mayordomos, la familia Aguirre Moreno.

La Misa Solemne fue presidida por el Pbro. Fide Joujoute Vilfranc, Párroco del Santuario de Xaltocán, quien en su homilía señaló que el gozo de la fiesta de la Candelaria tiene su origen en la salvación traída por Cristo en el misterio de su Encarnación y que de ahí se desprenden varios aspectos que vale la pena poner en práctica:

«Todo lo que hagamos a nivel espiritual siempre tiene un terreno de aterrizaje… el rostro de Cristo no solo nos muestra todo el amor que Dios nos tiene, sino también, su rostro nos inspira mucha paz. Esta misma paz que observamos en el rostro de Nuestro Señor Jesucristo se debe vivir en el seno de la familia... Hay que aprender a leer el rostro dulce de nuestro Señor Jesucristo y descubrir que es lo que nos está diciendo, que es lo que nos está exigiendo, que está pidiendo», explicó el sacerdote.

NIÑO DORMIDITO AL PIE DEL ALTAR

El Padre Fide agradeció a los mayordomos salientes, la familia López Valdés, por haber custodiado al Niño Dormidito durante todo un año: «Recibir al niño en tu hogar no es algo que sucede todos los días, a lo mejor es algo que sucede una sola vez en la vida y por lo tanto ustedes tuvieron esta oportunidad. Que la gracia derramada en esta familia permanezca siempre».

Al dirigirse a la familia Aguirre Moreno, el Párroco los invitó a aprovechar la presencia del Niño en el seno de su familia, porque no es suficiente cumplir con sus obligaciones como mayordomos: «el propósito es que la vida de la familia cambie, que la vida espiritual de la familia mejore, para eso va a estar el niño en su hogar. Que lo que van a aprender del Niño Jesús a lo largo de este año sea una gran oportunidad para no solamente acercarse al niño, sino también para acercarse a su Madre, que sea una gran oportunidad para acercarse a nuestro Padre Dios», expresó.

Al final de la celebración litúrgica, el Padre Fide reiteró su agradecimiento a la mayordomía saliente y expresó sus mejores deseos para la familia Aguirre Moreno: «Cada noche antes de dormir, dense un tiempecito para contemplar el rostro del Niño y traten de descubrir lo que el Niño Jesús les está diciendo y lo que sientan lo van a llevar a la práctica en su vida familiar y en su vida laboral», exhortó el Presbítero.

En presencia de los posaderos y un limitado número de fieles, se hizo la entrega de la Sagrada Imagen del Niño Dormidito a los nuevos mayordomos y la Comisión que fungió durante ocho años al servicio del Niño Dormidito, entregó la estafeta a los mayordomos anotados en la lista que quieran asumir esta responsabilidad.

Al concluir la celebración, el Niño Dormidito fue llevado a la sacristía donde se le cambió el ropón para ser trasladado a su nuevo hogar sin mayor ceremonia que la compañía de sus posaderos y familiares cercanos.

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