La devoción a la Virgen de la Bala del Pueblo de Culhuacán

 

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Por: Diego Rodarte

En el año 2006, la imagen original de Nuestra Señora de la Bala visitó el barrio de San Antonio Abad, en el pueblo de Culhuacán, econtrando tierra fértil para que esta devoción floreciera en esta comunidad que poco la conocía, pero que la adoptó y la integró como parte de sus fiestas patronales. Durante 15 días, la Virgen de la Bala visitó los barrios y se cuenta que realizó varios milagros, despertando así el fervor por esta advocación Mariana que se estaba quedando en el olvido.

Después de esta visita, ya no fue posible que la imagen original regresara a Culhuacán, así que se tomó la decisión de mandar hacer una imagen que fuera la «demandita» de la Virgen de la Bala que visitara las comunidades, la cual fue tocada con la imagen original. Fueron los señores Cleto Rivera Rosas, Guadalupe Valdéz Ríos, Rogelio Rivera Morales, entre otros habitantes de Culhuacán quienes apadrinaron la demandita, y fueron los encargados de llevarla de visita a los barrios del pueblo y durante la festividad de la Santísima Trinidad, regresando a Ixtapalapa el 8 de septiembre.

Desafortunadamente, la persona al frente del grupo de Culhuacán falleció, por lo que se perdió la relación con la Cofradía de la Virgen de la Bala durante un tiempo. Pero la voluntad de la Virgen era quedarse en Culhuacán.

En el año 2014, el señor José Francisco López Mosco, quien presidió la Cofradía de Nuestra Señora de la Bala en el periodo 2000 – 2009, decidió donar a los barrios de Culhuacán la demandita de la Virgen de la Bala, esto en agradecimiento porque la Virgen ayudó a que su sobrino naciera con bien después de un embarazo complicado y en atención del amor de los fieles por la Virgen de la Bala.

Entre las condiciones para entregar la demandita, Francisco López pidió que se respetara la iconografía de la imagen bajo la advocación de la Virgen de la Bala, que fuera una peregrina y que cada año pudiera visitar su domicilio.

Para formalizar la entrega, los fieles de Culhuacán conformaron  la Comisión de Resguardo de la Imagen de la Virgen de la Bala, cuya función es custodiar la demandita y promover la devoción a la Virgen de la Bala, y apegados a las costumbres del pueblo, crearon las mayordomías de la Virgen de la Bala del pueblo de Culhuacán, estableciendo que la sede de la demandita fuera el Santuario del Señor del Calvario, dejándo simbólicamente un cuadro de la Virgen de la Bala en el templo, mientras que la demandita quedaba bajo resguardo del mayordomo.

El 14 de junio de 2014, se hizo la entrega de la demandita al pueblo de Culhuacán. En un acto solemne, se hizo entrega de la demandita y algunos objetos pertenecientes a la Virgen original a modo de reliquia.

LA FIESTA

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Desde entonces, cada 8 de mayo se celebra la fiesta de la Virgen de la Bala del Pueblo de Culhuacán, con una misa en casa de los «Mayores» que son los mayordomos en turno y los responsables de organizar la festividad. En esta celebración se encienden los cirios de los integrantes de la Mayordomía y se realiza una convivencia, pues la fiesta principal se recorre para el fin de semana siguiente, si la fiesta principal cae entre semana.

Ocho días antes de la fiesta principal, se realiza un recorrido para invitar a los barrios de Culhuacán a participar en la festividad. La víspera de la fiesta principal, los Mayores reciben en su casa los estandartes de los barrios y mayordomías invitados, se reza el Santo Rosario y se reparten tamáles a los asistentes.

El día de la fiesta principal, La Virgen de la Bala, acompañada por los estandartes, realiza un recorrido por el pueblo previo a la Santa Misa en el Santuario del Señor del Calvario. En esta ocasión, la Virgen «descansó» en la capilla de San Simón, en casa de la familia Salas fuentes en el barrio de San José Tula y en la capilla de San Antonio Abad.

Al término de la Santa Misa en el Santuario, se realiza el cambio de Mayordomía, en la que el Mayor saliente enciende un cirio nuevo con el fuego del Cirio Pascual y lo entrega al Mayordomo entrante, posteriormente, se regresa en procesión a casa del Mayor saliente para compartir los alimentos. Como lo marca la tradición del pueblo, después de la comida, la Comisión de Resguardo abre el Libro de la Virgen para invitar a los fieles del pueblo para inscribirse como mayordomos en los años disponibles.

Para la octava de la fiesta, el joven Alfonso García Limón, de 21 años de edad, regresará a casa de los mayordomos salientes, la familia Orozco Delgado, del barrio de San Simón, en su calidad de Mayor del periodo 2019 – 2020, a recoger la demandita de la Virgen de la Bala para llevarla a su hogar en Santa María Tomatlán:

«Cuando empiezas a conocer a la Virgen empiezas a ver los detalles que la gente le hace y ver el cariño que le tiene, fue como me nació ser mayordomo».

Entre las responsabilidades que Alfonso tendrá como mayordomo, se encuentra el de llevar a la Virgen de visita a los hogares donde fue solicitada su presencia, además de cambiarla de vestimenta cuando se requiera y hacerla presente en las festividades del los barrios y del Señor del Calvario.

PROTECTORA DE LA VIDA

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La Virgen de la Bala es considerada Patrona de los Matrimonios y protectora de policías y soldados, principalmente de aquellos que están involucrados en misiones de riesgo, pero en Culhuacán, las mujeres embarazadas y listas para el parto son las que se han visto favorecidas por la presencia de esta advocación en su pueblo, pues en el nicho se pueden observar a modo de exvoto zapatitos, calcetines o jueguetes de recién nacidos que la Virgen ayudó durante embarazos de alto riego.

Una de las mujeres bendecidas por la Virgen de la Bala del pueblo de Culhuacán es Liliana, quien presentó a su pequeña Belén de mes y medio de edad, tras un embarazo complicado:

«A los ocho meses de embarazo en el hospital me diagnosticaron preeclampsia y una semana antes del parto mi bebé estaba enredada con doble cordón y me mandaron hacer un ultrasonido de urgencia para programarme la cesárea de urgencia por el problema que había».

Liliana conocía a la Virgen de la Bala, ya que en ocasiones anteriores, la demandita había visitado su hogar, así que con fervor se encomendó a la Inmaculada, pidiendo su auxilio maternal en un momento tan difícil:

«En el ultrasonido, la bebé ya no estaba enredada, estaba muy bien y mis exámenes de la preeclampsia salieron muy bien, y gracias a Ella mi bebé está aquí y estoy muy agradecida».

Como Liliana, muchas madres de Culhuacán han tenido la alegría de ver nacer con bien a sus hijos gracias a la intercesión de Nuestra Señora de la Bala, quien amorosa y compasiva acude para ayudar a quienes la invocan con confianza.

Un dato curioso es que la Virgen de la Bala del Pueblo de Culhuacán no se parece a la imagen original venerada en Ixtapalapa, de hecho, es más pequeña y con sus rasgos diferentes, cuentan que la intención del escultor era precisamente la de diferenciarla de la original. La bendita imagen se resguarda dentro de un nicho, descansa sobre una peaña de madera y está rodeada con un resplandor dorado en el que destacan las insignias de los pueblos de Ixtapalapa y Culhuacán, como un signo de hermanamiento de estos dos pueblos cobijados bajo el amparo de una misma Madre.

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