Isidro: el Santo de los agricultores

«Patrono de los labriegos, que estás allá en el cielo, me vas a hacer un favor. Me le dices al Señor que con su mano derecha, que me ayude a la cosecha porque soy agricultor…»

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Por: Diego Rodarte

El 15 de mayo de cada año, la Iglesia celebra la memoria de San Isidro Labrador, un hombre ordinario que de cada una de sus obras hizo algo extraordinario gracias a su fe y entrega a Dios. Este santo, amado por los madrileños, tiene un lugar especial en el pueblo de Juchitepec de Riva Palacio en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, santuario del Señor de las Agonías.

La imagen de San Isidro Labrador venerada por los Juchitepenses tiene una historia particular, pues surge del deseo de los habitantes de tener una imagen del Patrón de los agricultores. Fue en 1993 cuando los miembros de la cofradía y los ejidos se organizaron para mandar hacer la escultura de San Isidro. El encargo fue hecho a Don Ángel Zamora Espinosa, artesano del pueblo que se encargó de la decoración de la Parroquia de Santo Domingo.

Don Ángel, junto con los miembros del grupo se dieron a la tarea de buscar el tronco donde se labraría la imagen. Primero fueron a buscar un árbol al volcán Popocatépetl, pero al comenzar a tratar la madera, esta se partió y no sirvió; posteriormente fueron al Mayorazgo a buscar otro árbol pero tampoco sirvió la madera. Se dice que era deseo de San Isidro que la madera donde se esculpiría su imagen debía de ser precisanmente de un árbol de Juchitepec.

El señor Maurilio Espinosa tenía un árbol de pino en su casa y de corazón lo puso a disposición de Don Ángel para la elaboración de la escultura de San Isidro. Después de cortarlo, lo pusieron a secar y vieron que la madera estaba en condiciones de ser labrada, por lo que Don Ángel inició la labor de tallar la imagen de San Isidro, pero nunca permitió que fuera vista hasta haberla terminado.

El 15 de mayo de 1993, Don Ángel entregó una bella imagen de San Isidro Labrador a los fieles de Juchitepec, ese mismo día, se sacó al atrio la copia del Señor de las Agonías y se bendijo la escultura de San Isidro Labrador. Los agricultores llevaron sus tractores e instrumentos de trabajo para que fueran bendecidos, acompañados también por sus perros de pastoreo, por lo que algunas personas llevaron también a sus animales de compañía como gatos, perros o pájaritos para recibir la bendición, y al final se hizo una comida para todos los asistentes. Fue así como surgió la primera fiesta en honor a San Isidro Labrador en Juchitepec.

Con el paso del tiempo, la devoción fue creciendo y el atrio era insuficiente para la fiesta, por lo que se decidió trasladarla al Toril o Plaza de Toros del pueblo. La celebración inicia con una procesión que parte de la Parroquia de Santo Domingo encabezada por los mayordomos que transportan en andas a San Isidro y la copia del Señor de las Agonías. Conforme avanza la procesión, se van sumando personas a caballo y los tractores de quienes trabajan las parcelas. La música de banda y la pirotécnia acompañan la procesión.

Una vez en el Toril, las imágenes se colocan en un altar dispuesto para la celebración de la Santa Misa que este año tuvo un mensaje muy remarcado, pues el Párroco del pueblo, Rodolfo Argueta Alanís, ante la situación de los incendios forestales que han afectado a todo el país, hizo un llamado a los agricultores a ser responsables de cuidar sus parcelas y junto con ellas el entorno en el que vivimos. Durante el acto penitencial invitó a pedir perdón por la destrucción del planeta, casa en la que todos habitamos y exhortó a ser respetuosos con la tierra como lo fue San Isidro Labrador, quien se arrodillaba en el campo para dar gracias a Dios por las cosechas que la tierra le brindaba.

Al final de la celebración Eucarística, se llevó a cabo la bendición de los animales de campo y de compañía, por lo que perros, gatos, gallinas, codornices, conejos, borregos, toros, pericos, entre otros, fueron rociados con agua bendita. También se llevó a cabo la bendición de tractores e instrumentos de labranza.

Después de una convivencia en la que hubo quema de toritos y un jaripeo en honor a San Isidro Labrador, se realizó la procesión de regreso a la Parroquia de Santo Domingo, pasando por la estación mayor, hasta llegar a los pies del Señor de las Agonías, quien próximamente saldrá en procesión rogativa para obtener un buen temporal que beneficie a este pueblo dedicado a la agricultura.

VIDA DE SAN ISIDRO

20181218113419_IMG_0995-01

Patrono de los agricultores, hombre sencillo y lleno de fe, San Isidro Labrador nació en los alrededores de Madrid hacia el año 1080 en el seno de una familia humilde. A los 10 años quedó huérfano, así que buscó el sustento trabajando como pocero y posteriormente como labrador.

Con la invasión de los Mahometanos a Madrid, en 1110, Isidro se trasladó a Torrelaguna, donde continuó con su vida de trabajo y oración. Todos los días se levantaba de madrugada para asistir a la Santa Misa antes de iniciar sus labores y todo lo que ganaba en su jornada lo distribuía entre los pobres y en limosnas para la iglesia; hasta las palomas hambrientas gozaban de la caridad del santo, pues Isidro solía  esparcir granos de trigo por el camino para que las aves tuvieran con que alimentarse.

Contrajo matrimonio con una joven llamada María Torrubio, mujer piadosa y caritativa con la que procreó a su único hijo. Los esposos vivieron una vida santa y fueron favorecidos en innumerables ocasiones por la Providencia Divina, gracias a su fe y confianza, por lo que los milagros no se hicieron esperar, uno de los más grandes fue cuando su hijo cayó en un pozo profundo y al no haber manera de como sacarlo, Isidro y su mujer se arrodillaron a orar con fe y las aguas de aquel aljibe fueron subiendo hasta arrojar al niño ileso.

En 1119, Isidro regresó a Madrid y se puso al servicio del señor Juan Vargas, convirtiéndose en empleado de su confianza. Sus compañeros, llenos de envidia, acusaron a Isidro de ausentarse y abandonar el trabajo del campo por dedicarse a la oración y llegaba una hora más tarde que todos para acudir a Misa. Juan Vargas decidió observar a Isidro y para su sorpresa, vio como una mano invisible dirigía a los bueyes que araban la tierra mientras Isidro se entregaba a la oración. Mayor sorpresa fue para todos al ver que la parcela de Isidro produjo el doble que la de los demás, porque Nuestro Señor recompensaba su piedad y su generosidad.

FB_IMG_1557849524604

Con el tiempo, Isidro y María se separaron para llevar una vida de mayor santidad, quedándose él en Madrid, mientras María se trasladó a Caraquiz para consagrarse al cuidado de una ermita, la cual barria y aseaba diariamente, pidiendo limosna para costear el aceite de la lámpara que alumbraba la imagen de la Virgen, pero las injurias cayeron sobre el matrimonio.

Cierto día, llegó hasta Isidro el rumor de que María le era infiel, pero el campesino, creyendo en todo momento en la inocencia de su esposa, acudió a observarla junto con un grupo de curiosos que vieron con sorpresa como María cruzaba a pie el río Jarama como prueba de su pureza y fidelidad a su esposo.

Isidro musió santamente en el año 1130 rodeado de su familia y amigos. Fue sepultado en el cementerio de la parroquia de San Andrés en una tosca caja de madera. Cuarenta años después, la fama de los milagros atribuídos a su intercesión fueron motivo de que sus restos fueran exhumados y sepultados en el interior del templo. Fue beatificado el 14 de junio de 1619 por el Papa Paulo V y proclamado Santo por el Papa Gregorio XV el 19 de junio de 1622 junto a Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri. Sus restos reliquia reposan en la catedral de Madrid.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s