Por: Diego Rodarte
Con la entrega de pertenencias del Niñopa a la mayordomía entrante, la señora Gloria Medina junto con su familia, concluyó su función como mayordoma del periodo 2018 – 2019. Como lo marca la tradición, la noche del 4 de febrero, la mayordomía saliente acudió a casa de los nuevos mayordomos, en el barrio de la Concepción Tlacoapa, después del rezo del Santo Rosario, para recoger al Niñopa y llevarlo a la casa que durante un año le diera cobijo en el barrio de Xaltocán.
Minutos antes de las 13:00 horas de este 5 de febrero, el Niño salió en brazos de sus mayordomos dejando atrás el altar donde un año antes había sido entronizado con emoción. A su paso por la calle de Trajineras, quienes fueron sus vecinos salieron a despedirlo, algunos con los ojos llenos de lágrimas, agradecidos por la alegría que llevó con su presencia.
Al frente de la procesión iba la comparsa de chínelos que durante un año acompañó al Niño en su peregrinar, le seguían fieles voluntarios que sobre sus hombros llevaban los remos que transportaban algunos ropones que revistieron la sagrada imagen para sus visitas a los hospederos. Fue un recorrido simbólico, pero emotivo, pues al paso de la procesión salían los devotos que querían saludarlo y que se sumaban a este peregrinar rumbo a su nueva casa.
Una vez llegados a la mayordomía de la familia Serralde Huerta, el Niñopa fue entronizado nuevamente en el altar donde es venerado desde el pasado 2 de febrero y se hizo la entrega formal bajo inventario de las pertenencias que el Niño acumuló durante 2018 como ropa, juguetes, cobijas, entre otras ofrendas que sus fieles le obsequiaron como muestra de agradecimiento.
Con este acto conocido como La Mudanza, dan por concluidos los ritos propios del cambio de mayordomía, abriendo camino a las visitas que el Niñopa realizará a lo largo del año y a las próximas celebraciones en su honor como la del 30 de abril y las tradicionales posadas en el mes de diciembre.