El Niño Jesús del pueblo de Tlaxialtemalco

«Buenas noches compañeros, los que en esta casa están, el Divino Niño Jesús ya los vino a visitar. Reciban al gran tesoro que los viene a visitar y en esta dichosa casa la noche y el día viene a pasar».

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Por: Diego Rodarte

El pueblo de San Luis Tlaxialtemalco es uno de los 14 pueblos que conforman la Alcaldía de Xochimilco. Su principal actividad económica es la producción de plantas y flores en la zona chinampera y en los invernaderos del pueblo, siendo uno de los principales productores de flor de cempazúchil y de nochebuena que se distribuyen a varios puntos del país.

La fe y religiosidad de este pueblo se manifiesta principalmente durante la Semana Santa, el Santo Jubileo y la fiesta patronal el 19 de agosto, pero una de las principales devociones gira entorno a la imagen del Niño Jesús que entre los meses de septiembre y diciembre es motivo de celebración para todo el pueblo.

La imagen del Niño Jesús pertenece a la Parroquia de San Luis Obispo de Tolosa, ubicada en el centro de la comunidad y que fue construida en el siglo XVI por los frailes franciscanos. En este lugar, durante el mes de diciembre se realizaban las tradicionales posadas en torno al Niño Jesús.

Cuentan que el pueblo se encontraba dividido en dos barrios: Barrio alto y Barrio bajo, marcando las diferencias sociales que existían en la comunidad, lo que muchas veces representó un conflicto entre los habitantes. Pensando en qué se podía hacer para terminar con aquellas diferencias, un párroco tuvo la idea de que ambos barrios pidieran posada entre sí y para mantener el respeto les prestó la imagen del Niño Jesús como símbolo de unidad.

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Fue así como el Niño Jesús comenzó a salir de la Parroquia para visitar los hogares del pueblo y con el tiempo se fueron formando nueve organizaciones integradas en su mayoría por familias, vecinos y amigos que se identifican con nombres populares: «Malavidos», «Organización 88», «Pelones», «Barrio Bajo», «Tlamelaca», «La Granja», «Cri-cri», «Cachis Vaqueritos» y «Pitufos».

Cada una de estas organizaciones ofrece una de las nueve posadas al Niño Jesús, pero también existen otras tres organizaciones encargadas de las Pre-posadas: «Callejeros», «Juniors» y «Águilas Negras».

La tradición en torno al Niño Jesús de San Luis Tlaxialtemalco inicia el 2 de febrero de cada año, cuando los Padrinos y su organización reciben la custodia de la sagrada imagen. Durante muchos años el Niño permanecía en la Parroquia hasta el 31 de agosto, pero debido a los daños que sufrió el templo durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, los Padrinos comenzaron a custodiar la sagrada imagen en su casa.

A partir del 1° de septiembre, el Niño Jesús visita los hogares de las familias que forman parte de una organización y que se apuntaron en la agenda prevista para todo el año, quienes reciben el nombre de «Caseros».

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Para la primera visita, el padrino entrega la sagrada imagen al primer Casero por la tarde – noche del primero de septiembre. Ahí permanece el Niño hasta el día siguiente, en un altar dispuesto por la familia que se encarga de los preparativos para recibir a los fieles que por la tarde participan en el Santo Rosario o en la Santa Misa, antes de que el Niño Jesús parta al nuevo domicilio que visitará.

Concluidos los ritos sagrados y tras compartir una merienda con los asistentes, se reúnen la familia, los padrinos y los representantes de la organización en turno para hacer una oración de despedida y agradecer la visita del pequeño niño. Como parte del ritual, la familia enciende un cirio que entrega a los Caseros que recibirán la sagrada imagen en su hogar, con el que se iluminará el camino del Niño que en ocasiones es acompañado por el baile de los «chínelos», la música de banda, o bien, de una estudiantina que amenice el camino, todo depende de lo que la familia quiera ofrecer.

Al llegar a la casa donde pasará la noche, el Niño Jesús es entregado a sus caseros y entronizado en el altar dispuesto para Él después de la oración de bienvenida. Posteriormente es llevado a una habitación en donde la madrina y las mujeres de la familia «bañan» al Niño Jesús, es decir, lo limpian con toallitas que regalan a los presentes como reliquia, y le colocan un nuevo ropón, pues el niño llega cansado de caminar y hay que ponerlo cómodo para que pase una noche tranquila.

Estos actos de devoción se repiten día con día, con cada una de las familias de las nueve organizaciones que reciben al Niño Jesús de visita hasta el 12 de diciembre, pues del 13 al 15 de diciembre pasa a manos de los pre-posaderos y del 16 al 24 de diciembre a manos de los posaderos.

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La noche del 24 de diciembre, el niño sale de casa de sus padrinos arropado con una pijama y recostado en un moisés o canasta y es arrullado por las calles del pueblo hasta llegar a la parroquia para la Misa de Noche Buena a la que acude toda la comunidad acunando en sus brazos sus imágenes del Niño Dios. Al final de la celebración Eucarística, se lleva a cabo la tradicional arrullada, y tras desvestir al Niño Jesús, su pequeña imagen es recostada en el nacimiento preparado para Él, donde recibirá veneración durante el tiempo litúrgico de Navidad.

El 6 de enero, cada una de las organizaciones parte la tradicional Rosca de Reyes en honor al Niño Jesús, concluyendo así los festejos propios de la temporada navideña.

En junio de 2013, el Padre Jesús Orozco tomó posesión como Párroco de la comunidad de San Luis Tlaxialtemalco y meses después fue diagnosticado con Cáncer, lo que mermó severamente su salud. Como hombre de fe, el sacerdote encomendó su salud al Niño Jesús del pueblo de San Luis, a quien cariñosamente llamó «El Niño Petlalxin» debido a que los habitantes de Tlaxialtemalco son identificados con el sobrenombre de «Los Petlalxines» es decir «los que tejen petates».

Durante los rosarios de aquel año, el pueblo encomendó la salud de su Párroco y él mismo escribió una oración al Niño Jesús, viéndose favorecido por el amor del pequeño Jesús al ganar la batalla contra el cáncer, y aunque su salud sigue siendo delicada, el Padre Jesús ejerce su ministerio sacerdotal en la comunidad promoviendo la devoción al Niñito de sonrisa alegre.

Para cada uno de los fieles de San Luis Tlaxialtemalco, el Niño Jesús del pueblo tiene un significado muy especial, pues lleva alegría, consuelo y paz a quienes lo reciben con el corazón y tal ha sido su devoción, que sus visitas se han extendido a los pueblos de Santiago Tulyehualco, San Gregorio Atlapulco, San Mateo Xalpa, el barrio de San Cristóbal en Xochimilco y los pueblos del Ajusco.

Un comentario

  1. La veneración que el pueblo de San Luis Tlaxialtemalco le tiene a la imagen del Niño Dios ha sido transmitida de generación a generación, lo que ha fortalecido la devoción hacia el niño Jesús para pedirle paz, consuelo, salud o simplemente encomendarse hacia el. no hay palabras para representar el sentimiento que deja cuando esta imagen visita los hogares, es una experiencia única los deja llenos de felicidad que se resume “las penas que traigo me las vuelvas gozo”.

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