Por: Diego Rodarte
La tarde del jueves 11 de octubre tras la Misa de Patrocinio en Honor de la Virgen de Zapopan en el Instituto Cultural Cabañas y que fue presidida por el Nuncio Apostólico en México Franco Coppola, se realizó la marcha de la Guardia de Honor con la imagen peregrina de La Generala rumbo a la Catedral de Guadalajara donde se llevó a cabo el solemne cambio de imagen en la que fue entronizada la escultura original de la Virgen de la Expectación en medio de los aplausos y vivas de sus fieles.
A las 15:00 horas, la Reina de Jalisco salió de su Basílica custodiada por elementos de la policía y de las autoridades del santuario para trasladar la bendita imagen a la Catedral donde después de recibir los honores correspondientes fue venerada por sus fieles que formaron largas filas para poder estar unos instantes frente a Ella para agradecer los favores recibidos.
Entre los homenajes a La Generala se llevó a cabo la tradicional Serenata a la Virgen de Zapopan en la que participaron artistas, la mayoría de Guadalajara, quienes en punto de las 12:00 de la noche interpretaron las tradicionales Mañanitas.
En los alrededores de la catedral se podían observar campamentos improvisados en los que los fieles pasaron la noche para esperar la salida de La Generala la mañana del 12 de octubre. Pese a que la Virgen no se encontraba en su trono, cientos de fieles realizaron su peregrinar a pie rumbo a la Basílica de Zapopan para cumplirle una promesa, o bien, algunos caminaban en sentido contrario, rumbo a la Catedral, para rendirle homenaje o «salir a encontrarla» en su camino de regreso.
En las colonias aledañas al centro de Zapopan se apreciaron grupos de danzantes que realizaban el último ensayo de sus danzas rituales antes de emprender su camino a Guadalajara e integrarse a la Romería uniendo sus pasos a la algarabía del pueblo que espera a su soberana con el corazón enchido de fe.
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EL COLOR DE LA FE 