«Santo Niño de los Milagros, vengo a postrarme a tus plantas, con fe viva y encendido amor para hacerte confidente de mis penas y alegrías».
Por: Diego Rodarte
El fútbol no es un tema alejado de la fe y devoción del pueblo, principalmente de aquellos que practican y disfrutan este deporte universal que en temporada mundialista paraliza las actividades cotidianas, principalmente cuando juega la Selección Mexicana.
Con motivo de la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018, los medios de comunicación y los ojos de los fieles han vuelto la mirada al Templo de San Gabriel Arcángel, en el antiguo barrio de Tacuba en la Ciudad de México, en donde desde la década de los 70 se venera una imagen del Niño Jesús a la que popularmente se le ha dado el nombre de «El Niño Futbolista», pero en realidad, han sido tantos los dones que ha concedido a sus fieles que es invocado bajo la advocación de El Niño de los Milagros.
El Templo de San Gabriel Arcángel en Tacuba fue construido en el siglo XVI y con el paso de los siglos ha sido modificado, además de sufrir daños con los sismos de septiembre de 1985 y 2017. Fue en los años 70, cuando llegó a Tacuba el Padre José Reyes Chaparro, quien al ver el estado de deterioro del templo comenzó a trabajar en las obras de restauración recaudando fondos entre los fieles.
Entre los detalles que el Padre José Reyes encontró en la parroquia, notó que no había una imagen del Niño Dios que pudieran venerar durante las fiestas decembrinas y tuvo la idea de mandar hacer una imagen del Niño Jesús y promover la devoción al hijo de Dios entre los fieles de Tacuba y las limosnas recaudadas durante las celebraciones navideñas se destinaran para la restauración del emblemático templo.
Fue entonces que el Padre Reyes encargó a un escultor elaborar una imagen del tamaño de un bebé real, dando como resultado la escultura de un niño de sonrisa tierna que cautivó el corazón de los fieles de Tacuba. Esta devoción fue tan bien aceptada, que el pequeño Jesús comenzó a derramar sus dones a través de esta nueva advocación, pues a Él recurren las mujeres embarazadas o las madres que tienen un hijo enfermo lo encomiendan al «niñito» obteniendo la gracia de su recuperación, incluso se cuenta que gracias a la presencia del niño llegó la prosperidad al templo de San Gabriel, logrando la pronta restauración de la parroquia a pesar de las dificultades por las que tuvieron que atravesar, fue entonces que se le dio el nombre de «El Niño de los Milagros».
DEVOCIÓN DEPORTIVA
El Niño de los Milagros está expuesto a la veneración de los fieles los 365 días del año y le cambian la ropa cada semana, colocándole sencillos ropones que los fieles le regalan y en su nicho se pueden apreciar juguetes y fotografías que los devotos le dejan para pedir algún favor o como muestra de agradecimiento.
Fue durante el mundial de México en 1986, cuando un grupo de aficionados le propuso al Padre Reyes vestir al niño con el uniforme de la Selección Mexicana y así encomendar al equipo tricolor a la ayuda del niño. El Padre aprobó la idea a fin de atraer a los aficionados que no se acercaban a la iglesia y al menos ofrecieran una oración al niño para encomendar a la selección.
Fue así como surgió la tradición de vestir al Niño de los Milagros con el uniforme oficial de la Selección Mexicana cuando esta juega un partido importante e incluso se dice, que los mismos jugadores lo han ido a visitar para encomendarse a Él y obtener el triunfo, dejando como prenda un balón de fútbol o la camiseta del equipo. También, algunas ligas menores recurren al Niño de los Milagros para pedir su ayuda y obtener buenos resultados durante los torneos, es así como cariñosamente se le empezó a conocer como «El Niño Futbolista».
Esta advocación, nacida recientemente, es considerada una de las más populares en México junto con el Santo Niño de las Suertes o el Niño de Atocha, sin embargo, esta tradición de vestir al Niño de los Milagros con un uniforme de futbolista dio entrada a una «moda» de vestir al Niño Dios durante la fiesta de la Candelaria con el uniforme de otros equipos, desvirtuando el objetivo de las imágenes del Niño Jesús que se veneran en los hogares, que es precisamente el de recordar y venerar la infancia de Jesús, por lo que la Iglesia no aprueba este tipo de vestimentas para el Niño Dios, así que es importante recordar que cualquier imagen religiosa debe ser tratada con dignidad y respeto.
Es por eso que por tradición el Niño de los Milagros porta el uniforme durante los partidos de la Selección Mexicana, pero el resto del año es revestido con un roponcito o un traje de bebé, esperando a todo aquel que con fe recurra a implorar su auxilio y su misericordia.