«Vengo siguiendo tus pasos lucero de la mañana»
Por: Diego Rodarte
EN LA CATEDRAL DE MÉXICO
El pasado 24 de febrero, con motivo de la peregrinación de la Arquidiósesis de Guadalajara a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y en el marco del 80 Aniversario de la fundación de la Guardia de Honor de Nuestra Señora de Zapopan, la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México recibió la visita de la imagen peregrina de Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan.
Ataviada con el ajuar que usó La Generala durante la Romería 2017 en Zapopan, Jalisco, la Virgen Peregrina fue recibida por miembros de la Guardia de Honor de la Catedral de México quienes la transportaron por la Catedral hacia la Capilla de las Ánimas, donde fue recibida con los respectivos honores de la Guardia Mayor, así como de las Guardias de Iztapalapa, Azcapotzalco y Santiago Tlatelolco.
Una vez en el altar, se llevó a cabo una Hora Santa dirigida por el Rector de la Basílica de Zapopan, Francisco Duarte, quien recordó a los presentes que todas las devociones que se practiquen «deben llevarnos a Cristo», además de pedir por el eterno descanso de quienes alguna vez pertenecieron a la Guardia de Honor y ahora se encuentran en la casa del Padre.
Concluida la Hora Santa y tras recibir la bendición con la imagen de la Zapopana, la Soberana de Jalisco salió en procesión de la Catedral hacia el antiguo templo de Santiago Tlatelolco, abriéndose paso por la Calle de Tacuba, pasando por el «Caballito» y el Palacio de Bellas Artes para incorporarse a paseo de la Reforma en dirección a Tlatelolco.
A su paso, algunas personas, movidas por la curiosidad, otras por su fe, contemplaban admiradas el paso de la marcha de la Guardia de Honor y al ver a la Virgen no dudaban en saludarla persignándose o con alguna expresión que salía del corazón: «¡Qué hermosa la Virgen!» y no podía faltar el comentario: «para que deje de temblar», ante los sismos ocurridos en la Ciudad de México en los últimos meses.
Ya en Tlatelolco, fue recibida con banderitas azules y blancas por miembros de la Guardia de Santiago Tlatelolco y de algunos fieles que a su paso arrojaban pétalos de rosa. En un encuentro con el pasado prehispánico y virreinal de México, Nuestra Señora de Zapopan pasó por la Plaza de las Tres Culturas en medio de los honores correspondientes hasta el interior del templo de Santiago donde la Soberana descansó sus pasos.
CAMINO AL TEPEYAC
El domingo 25 de febrero, a las 8:00 de la mañana, la Guardia Mayor y las Guardias de Iztapalapa, Azcapotzalco y Santiago Tlatelolco, acompañados por fieles provenientes de Jalisco, iniciaron su peregrinación anual a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe acompañados por la Virgen Peregrina.
Encabezados por la Danza de los Matlachines y uniformados con el traje azúl marino con blanco, dirigidos por las Bandas de Guerra, las diferentes guardias integradas por hombres, mujeres, jóvenes y niños marcharon por la Calzada de Guadalupe portando respetuosamente nuestro lábaro patrio y las diferentes banderas, estandartes e insignias marianas que los distinguen.
Tras la procesión, la Virgen Peregrina acompañaba a sus fieles en una camioneta escoltada por los frailes de la Provincia Franciscana de Jalisco, miembros de la guardia de Honor y peregrinos que rezaban el santo rosario y entonaban alabanzas a María.
Al pie del Puente Papal y en medio del aplauso de los presentes, «la Chaparrita» fue descendida de la camioneta para ser trasladada a la entrada del Atrio de las Américas y entronizarla en un anda enflorada por integrantes del grupo Reina y Madre de Jalisco, para seguir con la procesión al interior de la Basílica de Guadalupe, donde fue colocada a los pies de Cristo en el altar mayor, frente al ayate de San Juan Diego.
La celebración litúrgica fue presidida por el Rector de la Basílica de Zapopan, Francisco Duarte, quien felicitó a la Guardia de Honor por el 80 aniversario de su fundación. Uno de los momentos mas emblemáticos de la celebración fue durante la consagración del pan y el vino, cuando la Guardia saludó con honores militares a Jesús Sacramentado que se hacía presente en el altar.
Al término de la celebración, la Guardia marchó al Atrio de las Américas y nuevamente, en presencia de La Generala, rindieron honores a la bandera de México para romper filas, tomarse la foto del recuerdo y permitir que los devotos veneraran la sagrada imagen.
La Guardia de Honor de Nuestra Señora de Zapopan se formó el 5 de octubre de 1938 por iniciativa del Padre Gilberto Saldaña Carrión, con el fin de custodiar a la Virgen de Zapopan durante los traslados de la Catedral de Zapopan a su Basílica y mantener el orden durante la Romería, además de rescatar el aspecto militar que lo distingue. Pero más allá de la seguridad, esta hermandad tiene el compromiso de propagar el Evangelio y la devoción a la Virgen María, quien bajo sus diversas advocaciones, reina con Cristo en la Patria Mexicana.