Por: Diego Rodarte
En medio de un ambiente de júbilo y algarabía, el pueblo de Ixtapalapa celebró los 300 años de la llegada del Señor del Santo Sepulcro y el hallazgo de la imagen en una cueva al pie del Cerro de la Estrella, dandole el nombre de El Señor de la Cuevita. La organización de los festejos estuvo a cargo del Consejo Pastoral 3 de Mayo del Santo Sepulcro Señor de la Cuevita, conocida antiguamente como la Cofradía del Santo Sepulcro, que se encargaba de administrar la vida litúrgica en torno al Señor de la Cuevita.
Las celebraciones iniciaron con el novenario de preparación del 22 al 30 de abril, días en los que la imagen del Santo Entierro visitó las capillas y parroquias de los ocho barrios que componen Ixtapalapa. La sagrada imagen que reposa en el lugar donde fue encontrado el Señor de la Cuevita en 1723, salió en procesión de la Catedral del Santo Sepulcro en medio del repique de las campanas y los vivas de los fieles.
Encabezada por el señor Canónigo Miguel Ángel Cruz, Rector de la Catedral del Santo Sepulcro, la procesión con el Santo Entierro llegó a la capilla de San Pablo Ermitaño, para continuar su recorrido los días posteriores rumbo a la Parroquia de San Miguel, las capillas de San Pedro, San José, la Asunción, la Parroquia de San Lucas Evangelista, Patrono de Ixtapalapa, la capillas de San Ignacio, Santa Bárbara y la capilla del Barrio de San Lucas.
Durante los días del novenario, el Señor del Santo Entierro fue acompañado por nutridos grupos de fieles que arrojaban pétalos de flores y confetis por el camino, encendían velas y veladoras o hacian sonar matracas y campanas para anunciar el paso del Señor por las Calles de Ixtapalapa, para recibirlo con flores blancas y rojas agradeciendo su visita. En algunas capillas como la del barrio de San José y la capilla de San Lucas, se colocaron tapetes de aserrín y se acompañaba la visita del Señor con música de banda, mariachi, o bien, el baile de comparsas de caporales o danzas prehispánicas.
Por las noches, el Santo Entierro visitó las calles de los barrios, en donde se improvisaban altares para darle la bienvenida y detenerse un momento, estos recorridos terminaban pasada la media noche.

El sábado 29 de abril, el Consejo Pastoral 3 de Mayo, la Hermandad de la Soltería de la República, la Sociedad Florera del Medio Pueblo de Axomulco, la Sociedad de Ornatos Florales del Señor de la Cuevita del Medio Pueblo de Atlalilco, la Sociedad Tradicional del Pueblo de Ixtapalapa “mayordomía del servicio del altar”, entre otras sociedades, mesas directivas y el pueblo en general, se reunieron para enflorar las portadas monumentales en casa de la familia Hernández González, mismas que fueron trasladadas en hombros el domingo 30 de abril hasta la Catedral de Iztapalapa y adornar el Santuario en las vísperas de la gran fiesta de los 300 años.
El mismo 30 de abril, la Corporación de Concheros Sociedades Unidas, presentó su danza y su oración como homenaje al Señor de la Cuevita, mientras la cruz interior que ofrenda el Consejo Pastoral 3 de Mayo y las portadas exteriores eran colocadas en el santuario.
LA FIESTA GRANDE DE LOS 300 AÑOS
La fiesta grande llegó para los Ixtapalapenses el martes 2 de mayo, cuando la imagen del Señor de la Cuevita salió en procesión a recorrer los ocho barrios de Ixtapalapa tras siete años de no salir de su santuario, ya que la última salida fue en 2016.
En un acto a puerta cerrada, la sagrada imagen fue descendida de su altar por los miembros del Consejo Pastoral 3 de mayo. Para esta ocasión especial, la imagen del Señor de la Cuevita fue revestida con una sábana de terciopelo bordado, y estrenó una nueva corona, la urna donde fue trasladado durante el recorrido y el anda procesional elaborada por el diseñador Osiris Servien, todo esto gracias al donativo de los fieles de Ixtapalapa.
Durante el descenso de la sagrada imagen, se llevó a cabo el rezo del Santo Rosario escrito especialmente para esta ocasión, acorde a las directrices establecidas por San Juan Pablo II en cuanto a la piedad popular y se dio lectura a la carta encíclica Rosarium Virginis Mariae. El rezo del Santo Rosario fue dirigido por Cynthia Guzmán, acompañado por cantos de Celina, del barrio de la Asunción, como se hacía antiguamente.
En medio del vuelo de las campanas, el estruendo de cohetes y el sonido de las matracas, el Señor de la Cuevita siguió el mismo recorrido que días antes hiciera el Santo Entierro.

La Sociedad de Nazarenos de la Parroquia de San Lucas Ixtapalapa escoltaba el paso de la imagen, mientras que aquellos que habían representado a Cristo durante la Representación de la Pasión de Cristo en Ixtapalapa, y que surge precisamente por la devoción al Señor de la Cuevita, llevaban en hombros la sagrada imagen que fue recibida con emoción, fervor y lágrimas en las capillas de los ocho barrios.
En los entronques que limitaban cada uno de los barrios, las imágenes titulares de los Santos Patrones, salían a recibir a su Rey, mientras que vistosos tapetes de aserrín y abundantes confetis y pétalos de flores, daban la bienvenida al Señor de la Cuevita que permanecía un momento en cada una de sus capillas para recibir la oración y el homenaje de sus fieles. Uno de ellos fue el señor Venancio González Saldívar, originario del Barrio de San Ignacio, quien durante los días del novenario y durante la procesión del 2 de mayo, acompañado de su bicicleta, quemó abundante incienso para purificar el paso del Señor.
La imagen de Nuestra Señora de la Soledad de la parroquia de San Lucas, también estuvo presente durante la procesión, acompañando la imagen de su hijo durante el recorrido, tal y como lo hace el Miércoles de Ceniza y la noche del Viernes Santo durante la Procesión del Silencio, en esta ocasión, escoltada por los estandartes de las capillas, mayordomías y sociedades de los ocho barrios.
El Señor de la Cuevita ingresó a la Catedral de Ixtapalapa minutos antes de la media noche, acompañada de una multitud que abarrotó el atrio. En punto de la media noche, las campanas anunciaron la llegada del 3 de mayo y se entonaron las tradicionales mañanitas al Señor de la Cuevita, dando inicio a una noche de serenatas ofrecidas por diferentes familias, sociedades y pueblos vecinos.

A las 9:00 de la mañana del 3 de mayo, se reunieron en la calle Culturas Prehispánicas, las diferentes mayordomías y sociedades con sus estandartes e imágenes titulares, dando la bienvenida a los pueblos de San Andrés Tetepilco, San Juanico Nextipac, Magdalena Atlazolpa y Aculco, para salir juntos en una magna procesión y participar en la celebración eucarística por los 300 años del Señor de la Cuevita, presidida por Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa.
Durante su homilía, Mons. Cuapio Bautista señaló que Nuestro Señor Jesucristo, el Dios Hecho hombre que siendo del cielo, nos viene a recordar el amor de Dios y nos muestra el camino para ser las personas que Dios espera de nosotros:
“De generación en generación, el evangelio de Jesucristo, Nuestro Señor, ha iluminado la vida de este pueblo, pero como necesitamos testimonio, memoria, el Señor en su providencia quiso que hace 300 años acogieran en esta tierra bendita esta imagen del Señor del Santo Sepulcro, la imagen del Señor muerto, dispuesto para la sepultura, una imagen que nos anuncia la consecuencia de amar, de servir y de hacer el bien, pero también una imagen que nos anuncia la resurrección y la vida nueva.
Iluminados por el testimonio de Cristo, este pueblo, estas familias, todos nosotros, hemos aprendido el camino de la fe y todos los días tenemos la oportunidad de discernir y de optar de qué manera queremos vivir: lejos de Dios o en Comunión con Dios…”

Al final de la celebración litúrgica, Mons. Cuapio agradeció el trabajo de quienes prepararon las celebraciones de los de los 300 años del Señor de la Cuevita, así como a las mayordomías presentes y a las autoridades civiles encabezadas por la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina. Además, el Obispo recordó la importancia de mantener viva la fe a través de las diferentes devociones:
“Les he dicho muchas veces que importante es conservar nuestra fe a través de estas devociones, la comunión como familias y la comunión como pueblo de Ixtapalapa, que sigamos compartiendo y sobre todo comunicando a las nuevas generaciones”, destacó Mons. Cuapio.
Durante todo el día, las imágenes del Señor de la cuevita y del Santo Entierro, permanecieron en el atrio para la veneración y el homenaje de los fieles que acudieron a agradecer los favores recibidos.
Las celebraciones por los 300 años del Señor de la Cuevita culminaron con la quema de pirotecnia en la calzada ermita Iztapalapa. De acuerdo con el reporte de las autoridades, durante los festejos del 2 y 3 de mayo participaron más de 60 mil personas.
OTRAS ACTIVIDADES

Cabe señalar que durante el año se seguirán llevando a cabo diferentes actividades para conmemorar los 300 años, como charlas, cápsulas históricas y exposiciones.
Tan solo, el Jueves Santo 2023, durante la visita de los 8 barrios, en el marco de la 180 Representación de la Pasión de Cristo en Ixtapalapa, la imagen del Santo Entierro ya había visitado las capillas de los barrios y la casa de los ensayos, como un primer homenaje y en preparación al tercer centenario.
Como parte de los festejos, el 4 de mayo se inauguró en la Galería Abierta de la Alcaldía Iztapalapa la exposición «El Señor de la Cuevita: 300 Años de Historia y Tradición en Ixtapalapa», que contiene una serie de documentos, planos, volantes y fotografías provenientes de diferentes archivos históricos y de la propia comunidad, que muestran parte de la historia y devoción al Señor de la Cuevita durante 300 años.




El viernes 19 de mayo, se llevó a cabo la presentación del libro “Colección de documentos para la historia del Señor de la Cuevita”, en el Archivo Histórico de Iztapalapa, en el que participaron la dirección de cultura de la Alcaldía Iztapalapa, el Archivo Histórico, Grupo Cultural Noche Victoriosa, la Concejal Janet Morales y el Consejo Pastoral 3 de mayo.
La Historiadora y Cronista de Iztapalapa, Beatriz Ramírez González, comentó que el libro surge de un trabajo conjunto en el que se recopilaron documentos, mapas y fotografías que ofrecen un contexto histórico de la presencia del Señor de la Cuevita en Iztapalapa a lo largo de 300 años.
Para sumarse a los festejos, el colectivo cultural Laboratorio Tlacuilo realizó una historieta para narrar la historia de la llegada del Señor de la Cuevita y en el que se agregan dos documentos importantes: la portada de un libro de cuentas de la Cofradía del Santo Sepulcro, y una patente de ingreso a la misma, en la cual se puede anotar un nombre y simbólicamente pertenecer a esta cofradía del siglo XVIII.
Es así como el pueblo de Ixtapalapa rinde honor a su Rey y protector, que en 1833 lo libró de la epidemia de cólera que diezmó a la población y que durante la pandemia por COVID-19, fue auxilio, consuelo y fortaleza para los fieles, que esperanzados, aguardaban el tercer centenario de su llegada para agradecer la misericordia y el amor de Dios para con su pueblo.