Fiesta de Nuestra Señora de los Remedios 2023

Por: Diego Rodarte

En el marco del 60 Aniversario del Seminario Diocesano de Tlalnepantla y el XXV Aniversario de la Proclamación del Santuario de Nuestra señora de los Remedios a Basílica Menor, Mons. José Antonio Fernández Hurtado, Arzobispo de Tlalnepantla, declaró un Año Jubilar con la apertura de la Puerta Santa en el oratorio del Seminario y la lectura del decreto durante la misa solemne con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de los Remedios.

Como ya es costumbre, la sagrada imagen de la Virgen de los Remedios bajó de su altar y fue llevada en procesión a la capilla del Ángel para la celebración eucarística. En esta ocasión, la procesión fue acompañada por las reliquias de San Cristóbal Magallanes y compañeros mártires.

Una vez iniciada la Santa Misa, se dio lectura al decreto en el que se establece que se podrá ganar Indulgencia Parcial en el oratorio particular ubicado en el interior del Seminario Diocesano.

También podrán ganar la Indulgencia quienes sean invitados a cruzar la puerta del oratorio con el propósito de participar en la celebración de la Santa Misa los días domingo a las 12:00 del día, así como también a quienes acudan a misa de 11:00 de la mañana en la Santa Iglesia Catedral de Tlalnepantla, con el propósito de ofrecer su participación en la Eucaristía por la santificación de los futuros sacerdotes, habiendo cumplido las disposiciones que la Iglesia marca para ganar indulgencias.

Los fieles podrán ganar la indulgencia a partir de este 1 de septiembre, fiesta de Nuestra Señora de los Remedios, hasta el 4 de agosto de 2024, Aniversario de la fundación del Seminario Diocesano de Tlalnepantla.

En su homilía, Mons. José Antonio Fernández, recordó que la Virgen de los Remedios es Patrona de las 203 parroquias que conforman la Arquidiócesis de Tlalnepantla, del Clero y del Seminario, y como buena Madre ha estado presente en los momentos de crisis como epidemias, la reciente pandemia, entre otras necesidades, por lo que puso en sus manos el futuro de los sacerdotes y de todos aquellos que acudan con confianza a Ella para suplicar su intercesión.

Como parte de la celebración, se llevó a cabo la institución de Ministros Lectores y Ministros Acólitos, que participarán en la preparación del servicio del altar, asistir al sacerdote o al diácono en las funciones litúrgicas, así como proclamar las lecturas de la Sagrada Escritura, y preparar a otros fieles a quienes se encomiende temporalmente las lecturas correspondientes en los actos litúrgicos, entre otras encomiendas.

Al término de la misa, entre vivas y aplausos, la sagrada imagen de Nuestra Señora de los Remedios regresó a su Basílica acompañada de la música del mariachi, el homenaje de las danzas y la súplica y agradecimiento de sus devotos que año con año vienen a celebrarla con singular devoción.

NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS REGRESA A LA CATEDRAL DE MÉXICO

En el marco de la Solemnidad de la Asunción de María, el pasado 12 de agosto de 2023, la imagen de Nuestra Señora de los Remedios peregrinó desde su Basílica a la Catedral Primada de México después de un siglo de no visitarla, esto a solicitud del Venerable Cabildo de la Catedral Metropolitana de la Arquidiócesis de México, con motivo de su fiesta titular, a la que asistieron otras 43 imágenes de diferentes advocaciones marianas que recorrieron las calles del Centro Histórico provenientes de diferentes puntos.

La imagen de Nuestra Señora de los Remedios, ataviada con sus insignias de Generala, llegó al templo de la Santa Veracruz en punto de las 4:00 de la tarde, y como en aquellos tiempos, cuando era invocada como abogada para conseguir lluvias para la Ciudad de México, una fuerte lluvia marcó el inicio de su procesión a la Catedral Metropolitana, donde fue recibida por el Cabildo para presidir la Misa Solemne, celebrada por Mons. Salvador González Morales, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México.

En su homilía, Mons. Salvador Gonzales explicó que “celebramos a María ante todo porque nos muestra lo que significa ser una mujer de fe, lo que significa creerle a Dios, lo que verdaderamente es acoger su palabra con un corazón bien dispuesto, lo que es una vida como discípula de Jesús”.  

Al final de la celebración, Mons. Martín Méndez Padrón, Rector de la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios, dio una breve remembranza sobre la llegada de Nuestra Señora de los Remedios a estas tierras y recordó los tiempos en que la imagen bajaba de su santuario para socorrer a la Ciudad de México:

“… cuando las inundaciones aquejaban este lugar, cuando las enfermedades, las epidemias diezmaban la población, era traída la imagen de Nuestra Señora de los Remedios y recibida en este lugar por el Arzobispo, del Cabildo, para pedir su intercesión. Desde entonces nos acompaña y por eso agradecemos la invitación y poder participar en esta fiesta tan importante de Nuestra Señora en su Asunción gloriosa”, expresó el Rector de la Basílica de los Remedios.

El martes 15 de agosto, después de la misa solemne de la Asunción de María, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, recordó que en sus años como Arzobispo de Tlalnepantla conoció la historia y la importancia de Nuestra Señora de los Remedios, venerada desde antes de la venida de Nuestra Señora de Guadalupe:

“Es la misma Virgen María, pero en cada advocación Ella viene a cumplir una misión especial… cada una de las advocaciones de la Virgen María son el cumplimiento de una misión que Dios Padre le encomienda a Ella para beneficio de nosotros, los peregrinos hacia la casa del Padre”, señaló el Cardenal Aguiar Retes.

Al termino del mensaje del Cardenal, Mons. Martín Méndez entregó una réplica de la imagen de la Virgen de los Remedios para su veneración en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

Recordemos que, durante la conquista y la época del virreinato, Nuestra Señora de los Remedios fue la más venerada y fue proclamada “Patrona Segurísima” de la Ciudad de México, por lo que fue sacada de su Templo en ostentosas procesiones dirigidas hasta la Catedral Metropolitana de México y hacia los diferentes conventos y monasterios de la capital de la Nueva España para pedir su intercesión ante alguna calamidad, sequía u otro problema acaecido en la ciudad.

Durante la Guerra de Independencia, la imagen de Nuestra Señora de los Remedios fue resguardada durante once años entronizada en el altar principal con su traje de Generala, portando el Bastón de Mando y el Niño Jesús un sable, como signo de su autoridad militar. En aquel lugar su función era doble: una espiritual, dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. La última visita de Nuestra Señora de los Remedios a la Catedral de México que se tiene registrada fue durante la sequía que azotó la Ciudad de México y la zona norte y centro del país en 1923.

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